El MIDI

MIDI son las siglas de Musical Instrument Digital Interface (Interfaz Digital para Instrumentos Musicales). En definitiva se trata de un protocolo, un lenguaje, que surgió para permitir la comunicación entre diferentes sintetizadores, samplers, secuenciadores, ordenadores, cajas de ritmos, etc. Y todo ello independientemente de su marca comercial. De hecho, su origen, en el año 1983, surge de la necesidad de encontrar un sistema que posibilitase la intercomunicación de todos los aparatos que las distintas marcas iban creando, cada una con su propio "lenguaje", llegando a constituir una especie de torre de babel de la electrónica musical.

Con la llegada del ordenador al mundo de la música, la información MIDI, además de poder editarse y controlarse con mucha más facilidad, pudo guardarse en los denominados archivos MIDI. Estos, en resumidas cuentas, son las partituras del ordenador.

Los archivos MIDI, a pesar de toda la información numérica que contienen, ocupan poquísimo espacio con respecto a los archivos audio (aunque se trate de mp3). El motivo del poco espacio que ocupan es que un archivo MIDI no guarda la información sonora, sino la información que permite recrearla, gracias a los sonidos de una tarjeta de sonido o de un dispositivo MIDI externo, conectado al ordenador.

Un archivo MIDI puede sonar de modo distinto en función de la calidad de los sonidos utilizados para "interpretar" su contenido (pertenecientes a una tarjeta de sonido concreta, a un módulo de sonidos externo o al sintetizador incorporado en el programa que los reproduce).

La gran ventaja de los archivos MIDI, con respecto a los archivos audio (por ejemplo los archivos .WAV), es que pueden editarse hasta el más mínimo detalle. Es decir, un archivo MIDI nos permite cambiar los instrumentos, cambiar la velocidad de interpretación, el compás, el volumen, la altura, la duración, etc. Y todo esto con una precisión que llega hasta la mismísima nota musical (si quiero que el DO# corchea que aparece en el compás 124, pase a ser un RE semicorchea más un silencio de semicorchea, puedo hacerlo). Todo esto sería impensable con archivos audio.

Un caso especial de archivos MIDI son los archivos de karaoke (con la extensión .kar). A estos archivos MIDI se les añade información de un texto (la letra de la canción), sincronizado con la música en cuanto a su aparición. Con los programas adecuados todo archivo MIDI puede transformarse en un archivo de karaoke, añadiéndole el texto necesario.