Introducción
Prácticamente desde los inicios de Internet surgieron iniciativas tendentes a localizar y clasificar la información para que el acceso a ella sea más fácil. Estos servicios dedicados a recopilar la información de forma estructurada se denominan motores de búsqueda (Search Engines). Para realizar esta tarea disponen de unos programas que se encargan de recorrer automáticamente todos los enlaces que van encontrando, incorporando las páginas que visitan a la base de datos del buscador. En alusión a la metáfora de la tela de araña con la que se asocia a la web estos programas reciben el nombre de "spiders" (arañas).
Al principio los buscadores ofrecían el trabajo de búsqueda a través de dos grandes modelos:
- Índices, en los que la información se encuentra clasificada en categorías. Podemos acceder de forma directa a las referencias de las que dispone el motor dentro de cada una de las categorías o subcategorías. El paradigma de este tipo de ingenios sería Yahoo! (www.yahoo.com), cuya versión en castellano se encuentra en es.yahoo.com. Es un modelo prácticamente abandonado por la mayoría de los buscadores actuales (al menos los más importantes).
- Motores, propiamente dichos, en los que no existe categorización de los recursos registrados. Para localizar la información referente a un determinado tema deberemos utilizar un formulario para que el motor nos devuelva aquellas direcciones que tiene registradas en las que aparecen los términos que hemos introducido como criterio de búsqueda en el formulario. Uno de los motores más potentes es Altavista (www.altavista.com)
Actualmente la herramienta que ha desbancado a todos sus predecesores es Google. Cuando hablamos de búsquedas e Internet la asociación inmediata es Google. Google se ha convertido en el verdadero oráculo de la sociedad actual, de forma que si queremos averiguar cualquier cosa el recurso más inmediato es "preguntar a Google". Sus algoritmos para la categorización y búsqueda lo hacen rapidísimo y capaz de ofrecer información altamente relevante. Cuando accedas a este buscador comprobarás que muestra por defecto una interfaz muy simple correspondiente a lo que hemos denominado motor.
Aunque Google es la herramienta de búsqueda más utilizada en la actualidad existen muchos más buscadores y los resultados que se obtienen pueden llegar a ser muy similares puesto que se produce un constante intercambio de datos, por lo que en muchos momentos la elección de uno u otro depende más de gustos personales o de comodidad.
Si quieres comprobar qué buscadores suministran datos a otros buscadores puedes visitar Search Engine Decoder y al pulsar sobre cada uno de los principales buscadores te mostrará a quienes les suministra datos y de quienes los recibe.
También puedes consultar una página que se encarga de comparar los cien primeros resultados que se obtienen al realizar la misma consulta en Google y en Yahoo!, marcando las coincidencias y el orden en el que aparecen los resultados comunes en cada caso.
Además de los buscadores clásicos han surgido en la red motores especializados en reunir recursos referentes a un determinado tema, por lo que han aparecido unas páginas especializadas a las que denominaremos metabuscadores. Su función es la de ayudarnos a encontrar buscadores especializados. Una de las páginas de mayor renombre en castellano es el Buscopio
También encontrarás servicios de multibuscadores, esto es, páginas desde la cual podemos realizar una consulta que se envía de forma simultánea a varios buscadores. Por ejemplo ixquick o MySearch
Otro recurso que merece la pena considerar y al que le dedicaremos un apartado especial es el de los agentes automáticos de búsqueda, cuya misión es la de informarnos de forma automatizada de la aparición de nuevos resultados que satisfagan determinados criterios de búsqueda. Uno de estos servicios es Googlealert
Cuando realicemos una búsqueda habrá que tener presentes varias cuestiones:
- No todo lo que existe en Internet se encuentra en los buscadores.
- A pesar de ello podría decirse que es posible encontrar información sobre cualquier tema de nuestro interés.
- La efectividad en la obtención de resultados depende en parte de la potencia del buscador, pero también es fruto de nuestra pericia al realizar las consultas. No todo lo que aparece en los buscadores sigue estando en Internet.
- Aunque realicemos la misma consulta no todos los buscadores ofrecerán la misma cantidad de resultados ni en el mismo orden.
- Dependiendo de cómo realicemos la consulta es posible que no todos los resultados que muestre un buscador sean correctos. Puede deberse a que las páginas han "muerto" o bien a que los contenidos globales no tienen mucho que ver con el concepto que buscábamos al teclear las palabras que hemos utilizado como criterio.
Este último punto nos lleva a remarcar que es muy importante ir aprendiendo a buscar la información. Más que una técnica se trata casi de un arte, para el que es fundamental que conozcamos los métodos de realización de consultas para que los resultados obtenidos sean significativos en cuanto a contenidos y manejables en cuanto a cantidad.
Entrar en el Buscopio y localizar alguno de los buscadores o bases de datos que puedan existir relacionados con el área o la asignatura en la que trabajas o con algún tema que pueda ser de tu interés personal. En el momento de escribir estos apuntes existía la posibilidad de entrar a la versión antigua http://www.buscopio.net o al nuevo Buscopio http://www.buscopio.net/esp/ y accediendo a cualquiera de ellas se podía ir a la otra.