3.2. Ejemplos de conexión

Las posibilidades de conexión son muchas, dependiendo de la cantidad de instrumentos que se quieran conectar, pero la más básica es la que constituye la relación maestro-esclavo, que establece dos funciones diferentes, dentro de lo que podríamos denominar la "conversación" MIDI:

  1. El maestro (o controlador) es el que "habla", el emisor. Es decir, genera códigos MIDI que gestionan la información del esclavo.
  2. El esclavo es el que "escucha", el receptor. Es decir, el dispositivo o fuente de sonido capaz de recibir y ejecutar instrucciones vía MIDI.

Por otro lado, aquí nos centraremos en lo que sería el conexionado MIDI, aunque, por desgracia, ahí no se terminan nuestros problemas con los cables. En cada caso podrían plantearse también las siguientes conexiones:

  • Conexión de audio. Serían las conexiones necesarias, para que todos los equipos pudiesen escucharse a través de unos altavoces y/o realizar la grabación de su sonido. En cuanto necesitásemos emplear más de un dispositivo, empezaríamos a ver la utilidad de una mesa de mezclas.
  • Conexión a fuente de energía. Casi todos los aparatos suelen necesitar una conexión a una toma de corriente eléctrica. Son conexiones tan evidentes, que no las mencionaremos en ninguno de los ejemplos del curso, aunque eso no significa que no las debamos tener en cuenta. Muchas veces el complejo problema, que hace que un aparato o una conexión no funcione, pasa por un olvido a la hora de enchufarlo o de pulsar el interruptor (y tampoco podemos descartar los casos en que, simplemente, están mal ajustadas o apretadas las conexiones).
  • Otras conexiones. Hay módulos de sonido que, además de los conectores MIDI, nos ofrecen la posibilidad de conectarse a través de un puerto del ordenador (USB, serie,...). Y no podemos olvidar una conexión que cada vez es más indispensable para trabajar en música, sobre todo si empleamos software, que es la conexión a Internet.

A continuación, veremos distintos casos que nos mostrarán ejemplos de conexiones. Las posibilidades son muchas e incluso, para conectar los mismos dispositivos, podrían tomarse distintos caminos. En ese caso la elección estaría determinada por las necesidades reales y concretas que tuviésemos. Evidentemente, estos casos no agotan las posibilidades, pero, si se comprenden, pueden ayudar a plantear otro tipo de configuraciones. Al final expondremos un caso en el que incluiremos también las conexiones audio.

Caso 1: Conexión maestro-esclavo de dos dispositivos

Por ejemplo, en el siguiente gráfico vemos una clásica configuración maestro-esclavo en la que un teclado desarrolla la función de maestro (actúa como controlador MIDI y puede tener o no sonidos propios) y otro teclado (un sintetizador o un sampler, por ejemplo) desarrolla la función de esclavo. Conectamos el puerto de salida (OUT) del maestro con el puerto de entrada (IN) del esclavo.

En vez de otro teclado, podríamos también emplear un módulo de sonido.

En ambos casos el maestro puede controlar al esclavo, de modo que, por ejemplo, todas las notas, que se produzcan en el maestro, se podrán hacer sonar con los sonidos del esclavo. Para poder escuchar al esclavo, necesitaríamos conectarlo a unos altavoces, a no ser que se tratase de un teclado que los trajese incorporados.

Caso 2: Conexión maestro-esclavo de más de dos dispositivos

Si queremos conectar más de un dispositivo esclavo, se incrementa el número de conexiones y combinaciones posibles. Para no complicarlo en exceso, imaginemos que desde el teclado maestro queremos controlar tres módulos de sonido. Aunque cualquiera de esos módulos o todos ellos fuesen también teclados, el ejemplo de conexión no variaría.

Estamos realizando una conexión en cadena (daisy-chain). El teclado maestro envía la información a través del puerto OUT y entra en el primer módulo a través de su puerto IN. Si el teclado maestro está enviando información a través del canal por el que recibe información ese módulo, entonces responderá a los mensajes recibidos. Pero en todo caso, un "copia" de la información que ha recibido la enviará a través del puerto THRU. No se emplea el puerto OUT, porque ese módulo de sonido no es el que genera la información, sino el que la recibe y, a la vez, sirve de puente para que la información pase al módulo siguiente. Lo que hemos comentado para este primer módulo es perfectamente aplicable para los dos siguientes, con la salvedad de que del último módulo no saldrá ninguna conexión.

Este tipo de conexión puede funcionar perfectamente, si el número de dispositivos conectados es pequeño. Pero, en caso contrario, es bastante claro que la información irá acumulando pequeños retrasos, en el tiempo que tarda en atravesar cada dispositivo. Eso puede hacerse muy evidente al llegar al último. Es decir, podríamos percibir cómo habría, por ejemplo, un ligero retraso entre que se toca un nota en el teclado maestro y se produce el sonido en el último de los módulos conectados. Estos retardos se conocen con el nombre de latencia.

Para evitar entonces la temida latencia (retardo) y los ruidos que se producirían en conexiones encadenadas de más de tres aparatos, se emplean las MIDI Thru box (caja de enlace directo) que son aparatos que constan de una entrada MIDI y varias salidas MIDI Thru (es decir, salidas que reproducen la misma información que se introduce a través de MIDI IN). Actualmente muchas de estas cajas tienen un puerto USB, para conectarse con el ordenador.

La conexión entonces se haría del siguiente modo

La información MIDI del teclado maestro saldría del puesto OUT, para dirigirse a uno de los puertos IN de la MIDI THRU BOX. En esa caja de conexiones la información recibida se multiplicaría y se dirigiría a todos sus puertos de salida. Cada uno de esos puertos de salida se dirigirá entonces al puerto de entrada de los distintos dispositivos, que se quieran controlar con el teclado maestro.

Caso 3: Conexión maestro-esclavo con ordenador y un dispositivo

Cualquiera de las conexiones, explicadas en los casos anteriores, podría utilizarse con el ordenador. Simplemente habría que imaginar el ordenador en el lugar que situamos el teclado maestro. Pero el ordenador presenta particularidades, que hacen que esas conexiones pudieran ser insuficientes para realizar algunas operaciones.

Por ejemplo, si conectamos un teclado con el ordenador, habría que saber si dicho teclado posee o no sonidos propios y, en caso de poseerlos, si nos interesa utilizarlos o no:

  • Si no tuviese sonidos el teclado, se conectaría como maestro (emisor de información) y el ordenador como esclavo (receptor de información). Ese suele ser el caso más habitual, puesto que suelen utilizarse teclados controladores sin sonidos propios, que nos sirven para poder introducir mensajes MIDI al ordenador (podríamos introducir las notas en un secuenciador o en un editor de partituras, por ejemplo).
  • Si tuviese sonidos el teclado, además de ser emisor de información (maestro) podría ser receptor de información (esclavo) y servirnos para escuchar los archivos MIDI con sus sonidos. En este caso, ambos dispositivos pueden desempeñar ambas funciones y la conexión podría ser la siguiente:

Otra posibilidad sería que el ordenador se conectase a un módulo de sonidos, para aprovechar la mayor calidad de los sonidos de éstos, en comparación con los que suelen tener las tarjetas de sonido domésticas. Parece claro que el ordenador actuaría entonces como maestro y el módulo como esclavo. Pero podría también interesarnos que el módulo enviase información al ordenador si, por ejemplo, existiesen programas informáticos, que permitiesen la gestión del módulo de sonido y necesitasen solicitarle información. Esta situación es muy frecuente, puesto que muchos módulos suelen incluir este tipo de programas, para facilitar su programación, sin tener que recurrir a la pequeña pantalla con que vienen dotados. En este caso bastaría con realizar una conexión como la que acabamos de mostrar en el anterior gráfico, pero sustituyendo el teclado por el módulo de sonido.

No queremos tampoco olvidarnos de comentar la posibilidad de que, tanto el teclado como el módulo de sonido viniesen dotados con un puerto USB, lo que facilitaría mucho la conexión con el ordenador, además de hacerla a más velocidad, puesto que la conexión MIDI tan sólo envía datos a 31,5 kbps, frente a los 12 Mbps de los puertos USB 1.1 y a los 480Mbps de los puertos USB 2.0.

Pero la cosa empieza a complicarse si añadimos dispositivos, sobre todo si queremos que la conexión permita ambas direcciones en la información (es decir, que los dispositivos puedan actuar como esclavos o como maestros según procediese). Por ejemplo, imaginemos que queremos conectar un ordenador con un módulo de sonidos y un teclado controlador. Un modo simple de solucionarlo podría ser el siguiente:

Sin embargo, esta conexión sólo permite que la información fluya en un sentido: del teclado al ordenador y del ordenador al módulo de sonido y, si queremos tocar el módulo con el teclado, sin cambiar la conexión, debemos hacerlo a través del ordenador y de un secuenciador. Pero podrían interesarnos las siguientes posibilidades:

  1. Tocar el módulo de sonido desde el teclado, sin tener encendido el ordenador.
  2. Conectar la salida del módulo con el ordenador, para poder gestionarlo con un programa editor de sonidos.

Con las conexiones comentadas hasta aquí esto es imposible, pero podemos recurrir a una MIDI THRU BOX, que disponga de una conexión USB para el ordenador y de, al menos, dos entradas y una salida MIDI. La conexión podría quedar del siguiente modo:


Con estas conexiones pueden conseguirse todas las comunicaciones deseadas entre los dispositivos, sobre todo si tenemos en cuenta que estas cajas vienen con unos drivers para el ordenador, que le permiten seleccionar el puerto de entrada que le enviará información y que, además, tienen la posibilidad de funcionar con el ordenador apagado, realizando las conexiones establecidas con el resto de los dispositivos. Podemos, así, enviar información al:

  1. Ordenador desde el teclado, sin falta de conectar el módulo.
  2. Módulo de sonido desde el teclado, sin falta de conectar el ordenador.
  3. Módulo de sonido desde el ordenador.
  4. Ordenador desde el módulo de sonido.

Caso 4: Conexión completa MIDI y audio

En los casos anteriores no hemos puesto todas las conexiones audio necesarias. Tan sólo hemos hecho aparecer la conexión más evidente de la tarjeta de sonido a un equipo HI-FI. Pero en los dos últimos se echaba de menos una conexión bastante elemental, que es la que nos debería permitir poder escuchar el módulo de sonido. Y aquí es donde nos surge el problema: tenemos un equipo HI-FI y dos dispositivos que amplificar (y quien dice dos dice todos aquellos que hubiésemos decidido controlar desde el ordenador). Aunque el equipo tuviese dos entradas libres en su amplificador, eso sólo nos permitiría escuchar uno u otro, pero no los dos al mismo tiempo. Es decir, sin dar más rodeos, necesitamos una mesa de mezclas. Así cada dispositivo (en este caso la tarjeta de sonido y el módulo de sonido) se asignaría a un canal de la mesa y desde la mesa se haría la conexión al equipo HI-FI. Todo sería más o menos así:

Con esta conexión podría escucharse, simultáneamente, tanto los sonidos que saliesen de la tarjeta de sonido como los que se generasen en el módulo de sonido. Por otro lado, otra salida de la mesa de mezclas la hemos llevado al puerto de entrada de la tarjeta de sonido (LINE-IN). De este modo podríamos grabar en el disco duro de ordenador el sonido de uno o de todos los dispositivos que conectásemos a la mesa de mezclas (podríamos añadir más instrumentos MIDI, micrófonos, tocadiscos, etc).