1.1. La elección

Elegir un ordenador suele ser el primer paso para todo aquel que desea crear su propio estudio de sonido. En la actualidad es la pieza clave. Pero casi siempre suelen plantearse una serie de interrogantes.

¿Mac o PC?

Una polémica y duda habitual surge a la hora de decidir qué tipo de ordenador es más adecuado para trabajar con programas de sonido y música: ¿es mejor Mac o el PC? Actualmente la diferencia entre ambos no es tan notoria como pudo serlo hace años, en que los ordenadores Macintosh se veían como la opción ideal. Las críticas que recibía el PC en cuanto a dificultad de uso, inestabilidad del sistema operativo y peor gestión del MIDI ya no tienen mucho sentido. Por otro lado, el PC tiene una mayor difusión en el mercado y, en consecuencia, se encuentran muchas más aplicaciones informáticas dedicadas al sonido, música y multimedia. El precio, tanto del ordenador como del software disponible, también es un argumento a favor del PC. Pero aún así, dentro del mercado profesional, Mac continúa apostando fuerte, tanto por todo lo relacionado con el diseño gráfico como por la música, ofreciendo muy altas prestaciones.

En este curso nos centraremos en la utilización del PC, precisamente por razones antes aludidas:

  • Es el tipo de ordenador que predomina en la mayoría de los hogares y en prácticamente todos los centros educativos del país.
  • Dispone de aplicaciones freeware y shareware fáciles de conseguir.
  • Actualmente su facilidad de uso y estabilidad son equiparables a las de un Mac.

Por otro lado, los ordenadores de Apple pueden instalar también el sistema operativo Windows, gracias a aplicaciones informáticas creadas con este propósito (p. e. Boot Camp).

¿Intel o AMD?

Parece que no hay ningún problema especial para emplear uno u otro. La polémica se desató, en un principio, porque algunas firmas importantes, que desarrollan software para trabajar música, se decantaban o solamente avalaban su utilización con procesadores Intel. El problema parece que reside en la distinta manera en que trabajan los procesadores y, en concreto, en el tratamiento que recibe la denominada "coma flotante", que puede tener repercusiones en las operaciones que se realizan al trabajar con audio.

¿Portátil o sobremesa?

Ya no existen los impedimentos de potencia, que hasta hace poco hacían desaconsejable la utilización de portátiles para trabajar con sonido o música. Las características de los portátiles actuales (aunque por debajo de las de los ordenadores de sobremesa), permiten trabajar con todas las garantías. El problema de tarjetas de sonido y conexiones se soluciona con dispositivos audio/MIDI externos (USB o FireWire), que pueden conectarse al ordenador y que se fabrican en tamaños reducidos facilitando su transporte.

¿Características técnicas?

Las respuestas a las preguntas anteriores no arrojan un balance de ganadores y perdedores, sino que siguen dejando abierta nuestra capacidad de elección, que debe centrarse en nuestras necesidades, nuestro sistema de trabajo e incluso nuestro gusto personal. Pero hay un elemento que no debemos perder de vista en cualquiera de las opciones, que son las características técnicas del ordenador. Muchas de estas características es posible que vengan impuestas por los requisitos técnicos de los programas informáticos que vayamos a utilizar. Otras, en cambio, deberemos valorarlas en función de la utilización que le vayamos a dar.