2.1. Controladores

El MIDI ha permitido que haya una clara separación entre dispositivos controladores (maestros) y dispositivos productores de sonido (esclavos). Surge así una disociación entre el modo en que se introduce la información musical y los sonidos resultantes. Es decir, hasta ahora, cuando veíamos a un pianista o trompetista tocar su instrumento, ya preveíamos, antes de que sonase, cuál iba a ser el timbre del mismo. Sin embargo, el mundo MIDI ha permitido que los controladores puedan adoptar el mecanismo de ejecución de prácticamente cualquier instrumento musical. Y esa forma no presupone ningún sonido predeterminado, sino que permite que los distintos músicos (no sólo los pianistas) puedan tener acceso al mundo MIDI, aprovechando la técnica del instrumento que han aprendido. Así, una guitarra MIDI, por ejemplo, podría utilizar el sonido de un órgano, de una flauta o de cualquier sonido electrónico, que no pretenda imitar a ninguno de los instrumentos musicales existentes.

Más aún, los dispositivos controladores no tienen que producir sonido ellos mismos (eso abarata considerablemente su coste) y así pueden emplear el sonido de otros instrumentos hardware, el del sintetizador de la tarjeta de sonido o el de los programas que emulan por software a sintetizadores y samplers.

Estos controladores pueden emplear conexiones MIDI o utilizar directamente conexiones USB, lo que facilita su conexión al ordenador y nos permite prescindir del puerto MIDI de la tarjeta de sonido (que podría no tenerlo). A través de estos controladores pueden introducirse y grabar directamente interpretaciones musicales en el ordenador, mediante un programa de secuenciación. También pueden emplearse para introducir información en los editores de partituras y en los programas de educación musical. Es decir, dentro del ámbito musical, un teclado controlador MIDI puede hacerse tan imprescindible para comunicarse con el ordenador, como pueda serlo el teclado y el ratón.

Las posibilidades para construir controladores MIDI son muy grandes y, en principio, todo tipo de instrumento musical sería susceptible de ser tomado como inspiración, para elaborar un controlador MIDI (con las consiguientes ventajas para los músicos que tocasen ese instrumento). Sin embargo, los más utilizados y extendidos son los teclados, aunque hay guitarras, baterías, violines, controladores de viento, que imitan la digitación del saxofón o la flauta y hasta tenemos la gaita MIDI.

Controlador de percusión

Controlador de viento

Incluso se construyen controladores MIDI, que se basan en interruptores, botones giratorios, etc. Son totalmente programables y pueden enviar información MIDI en tiempo real. Para los que no sean músicos, es posible que supongan un modo más sencillo de trabajar. Además, pueden facilitar más el trabajo que los controles virtuales, que se muestran en muchos programas a través de la pantalla del ordenador (por ejemplo en plugins o programas de control de sintetizadores).