3. Sistema de grabación

El ordenador también puede servirnos de estudio de grabación personal. Y simplemente con un micrófono conectado a la tarjeta de sonido (aunque siempre nos ofrecería más posibilidades tener también una pequeña mesa de mezclas) ya podemos grabar a nuestros alumnos. Esto es algo de utilidad para muchas áreas didácticas; además del área de música, obviamente, se podrían mencionar las lenguas (española, autonómica o extranjera); a lo largo del curso puede convertirse en un buen referente para comprobar si ha habido o no una evolución en el aprendizaje de los alumnos. Más aún, podríamos afirmar que el auténtico instrumento de evaluación de los contenidos sonoros es la grabación (o al menos el que mejor puede dejar constancia de los mismos).

Pero ¿por qué emplear el ordenador y no un grabador (desde un simple radiocasete a un grabador mp3)? La respuesta de nuevo vuelve a estar en el mayor número de posibilidades de manipulación y edición que nos permite el ordenador:

  • Realizar varias tomas.
  • Grabar los instrumentos o grupos instrumentales por separado (por pistas) y luego unirlo todo.
  • Aprovechar o seleccionar los mejores fragmentos de las tomas realizadas y unirlos todos.
  • Eliminar y sustituir por otros fragmentos que no hayan salido mal.
  • Incorporar y fundir con las grabaciones otra serie de sonidos (efectos especiales o música de fondo).
  • Aplicarles efectos: modificarles su altura o duración, añadirles reverberación o eco, distorsionarlos, etc.
  • Mejorar (aunque siempre con limitaciones) la calidad de la grabación realizada.
  • Realizar la grabación de un CD audio con archivos mp3 (útiles también para poder poner grabaciones accesibles desde una página web).

Y seguro que se quedan muchas por enumerar.

En general, con una tarjeta de sonido "normal" podemos conseguir suficientemente nuestro objetivo y podemos grabar de otras fuentes además del micrófono. Podemos grabar a partir de cualquier cosa que tenga una salida audio y que pueda ser conectada a la tarjeta de sonido.

Por último, habría que mencionar que toda grabación necesita después un sistema de reproducción. Si las grabaciones terminan pasándose a un formato de audio, por ejemplo a un CD, la reproducción podría hacerse desde un lector de Compact Disc normal. Pero si se ha guardado en formato mp3 (u otro formato), volveríamos a necesitar el ordenador para su escucha. Es decir, el ordenador vuelve a mostrarse necesario en el aula, incluso como sistema de reproducción del sonido.