Los primeros operadores cinematográficos, fascinados por la capacidad de registrar el movimiento, se limitaban a filmar situaciones cotidianas como llegadas de trenes y barcos y salidas de fábricas. Adoptaban un punto de vista permanente e inmóvil, manteniendo una distancia fija a lo que se filmaba. Su manera de representar estaba heredada de otras artes como la pintura y el teatro. El cine era como una puesta en escena fotografiada como si se tratase de una representación teatral.
El cine empieza a desarrollar un lenguaje específico cuando la cámara cambia de emplazamiento dando planos de diferentes tamaños, desde diferentes puntos de vista o moviéndose.
En el desarrollo del cine como medio expresivo, con un lenguaje propio, hay una serie de momentos:
Méliès introduce la puesta en escena y el trucaje, frente al mero registro de lo que sucede ante la cámara filmando por primera vez un primer plano.
La escuela de Brighton, en sus reportajes, toma planos desde distintos puntos de vista dentro de una misma escena.
En Francia Ferdinand Zecca comienza a elaborar historias de ficción que anticipan el empleo del guión divididas en escenas relacionadas entre sí.
En Estados Unidos, Porter, recogiendo las aportaciones de Méliès, la "escuela de Brighton" y Zecca realiza una serie de películas:
"Vida de un bombero americano" (1902), en la que se crea una situación de suspense mediante el desarrollo de dos acciones paralelas.
"Asalto y robo de un tren" (1903), el primer western, donde se desarrolla un argumento más complejo mediante acciones paralelas.
También en estados unidos, a partir de 1908, Griffith elaborará definitivamente la gramática de un lenguaje cinematográfico, independiente de las convenciones teatrales, reflejados en "El nacimiento de una nación" (1915) e "Intolerancia" (1916), donde emplea una serie de recursos ya existentes, pero utilizados al servicio de la narración cinematográfica y la expresión dramática, logrando una nueva forma de expresión:
Cambiando el punto de vista de la cámara dentro de una misma escena, con el fin de conducir la atención del espectador.
Moviendo la cámara que describirá panorámicas y travellings para poner en relación elementos diversos.
Alterando la continuidad temporal y lineal del relato, con acciones paralelas e introduciendo saltos hacia atrás en el tiempo, a modo de recuerdos (flashbacks).
Empleando el montaje paralelo de acciones situadas en diversos momentos.
En la comunicación audiovisual percibimos imágenes seleccionadas y recortadas de un espacio continuo, que tienen una duración determinada, que producen la ilusión de representar el movimiento y que suelen ir acompañadas de sonidos. Para conocer estas convenciones expresivas se deben estudiar estos elementos:
El espacio
El tiempo
El movimiento
El sonido